con una margarita

Le amo. Le odio. Le amo. Le odio. Le amo. Le odio. Le amo. Le odio. Le amo.

-Le odio… -mientras arrancaba el último pétalo de la flor mi voz se escapa en un susurro como si no quisiera creer lo que la flor acaba de desvelarme… y en realidad, mientras veo como el viento arrastra lejos el delicado pétalo de mi mano, sé que no quiero creerlo.
Exhalo un suspiro de frustración antes de dejarme caer sobre la hierba, cerrando los ojos con fuerza como si de alguna forma, haciendo ese gesto tan infantil mientras el sol baña mi rostro y siento el cosquilleo a través de mis párpados cerrados, mi cabeza pueda aclararse algo más de lo que está, cosa que no sería difícil teniendo en cuenta que estoy echa un verdadero lío.
Al mismo tiempo quiero gritar, correr, saltar, reír y llorar. Abrazar a todo el mundo, hundirme en la cama y llorar, discutir con alguien, intentar relajarme … Lo quiero todo y no quiero nada. Confusa. Estoy terriblemente confusa. Perdida en un mar de anhelos en el que mi cabeza me dice una cosa pero mi corazón me dice otra…y por primera vez parece que la lógica que siempre utilizo para tomar las decisiones en lugar de ayudarme, en está liando más. ¿Cómo puedo ser tan idiota para pensar que podría resolver esta duda arrancando los pétalos de una margarita?

A veces parezco estúpida…