Mientras una niña presumida se peinaba el flequillo en el reflejo de sus gafas de sol, un niño se acercó a ella por la espalda, envolviéndola con sus brazos, atontando con el olor de su piel sus sentidos.
Con los ojos cerrados y una sonrisa serena, ella volvió el rostro y se besaron.
Después de diez largos e interminables días.
1 comentario:
Que bonito es que te roben un beso sin esperarlo....
(:
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